Así funciona la inteligencia artificial detrás de las paredes del hospital

La IA en hospitales y centros de salud.

Aunque no es visible, la inteligencia artificial (IA) ya trabaja en muchos hospitales. No usa bata ni reloj, pero opera las 24 horas. Su fortaleza está en procesar grandes volúmenes de datos y convertirlos en decisiones clínicas más rápidas y precisas.

¿Pero cómo funciona? Comienza con datos como historiales médicos, radiografías y análisis de sangre. La IA aprende de estos datos mediante modelos que reconocen patrones. Por ejemplo, puede detectar signos tempranos de neumonía, identificar ritmos cardíacos irregulares y predecir el riesgo de reingreso de pacientes.

En tiempo real, la IA monitorea pacientes internados, alertando a enfermeros sobre cambios súbitos en los signos vitales. También ayuda a gestionar hospitales, asignando camas y coordinando turnos. Aunque no decide sola, cada alerta de la IA es revisada por profesionales de la salud. En un momento de sobrecarga y alta demanda, contar con un aliado inteligente es una necesidad urgente.