Un paseo literario por la Murcia del siglo XX
A lo largo de la historia de la literatura murciana, son muchos los escritores y escritoras que han ido manifestando en sus textos estilos distintos: visión romántica, literatura tradicional, influencia vanguardista...Se trata de una literatura de estilo sencillo y natural con una temática muy variada
21.05.2025 - Reporteros rebeldes
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Si echamos una mirada al siglo XX literario, tanto en la literatura murciana, como en la nacional, podemos distinguir dos ramas distintas: por un lado, aquella más próxima al Romanticismo y, por otro lado, la de los años veinte del último siglo, un poco más actualizada con la evolución natural de la sociedad y la entrada en una nueva era.
Varios autores murcianos, aunque llegaran al siglo XX, son considerados ciertamente anticuados, por sus maneras literarias y por los intereses de sus temas de estudio. Pensemos por un momento en una sociedad murciana muy alejada aún de los ecos de la moda europea, un tanto aislada, donde casi todos sus hombres de letras se han enseñado en el Seminario Diocesano.
Antes de que la obra de Rubén Darío apareciera en España, un escritor en Murcia, natural de Madrid, anunciaría dos obras juzgadas como un avance considerable en las letras del país . Ricardo Gil llegó a Murcia, su unión a la ciudad fue plena e intervino activamente en las tertulias literarias. De los quince a los treinta (1885) y La caja de música (1898) son obras poéticas que enseñan ese adelanto mencionado. Al sentimiento romántico, Gil agregó imaginación y fantasía.
Sin embargo, la poesía murciana ganaría prestigio de una forma destacada con la publicación de Vicente Medina Tomás, muy interesado en asignar a las notas tradicionales sus versos de seriedad, de sinceridad en la expresión, de cierto naturalismo y siempre escapando de la parodia en la que varios costumbristas habían convertido la vida de los vecinos de la huerta murciana.
Quizá la temerosa vida de este archenero influyó en el realismo desgarrador de algunos de sus versos. Su obra fue cuantiosa y él mismo gastó su dinero en publicarla pero Aires murcianos siempre será la que mejor acumule lo que él quiso fabricar con su poesía.
Herederos del modernismo serían varios autores de la primera mitad del siglo XX. La literatura en Murcia se cuidaba en los primeros años del siglo en tertulias y periódicos , no tanto en obras literarias de gran encaje compositivo. Los poetas Marín Baldo y Martí Ruiz-Funes son una buena imagen del romanticismo.
De otro encaje son los escritores murcianos que eligieron salir de la provincia a Madrid, como los ?baudelerianas?: Puche, Bojart, García Porcel o Martínez Corbalán. Y en estos escritores, tan habituales en las tertulias a altas horas de la tarde, las influencias van desde Machado o Darío a Azorín, poetas y escritores influenciados por las vanguardias pero forzados también a perdurar con los encargos periodísticos.
Más próximo a una literatura más moderna, definida a veces como revolucionaria, sería la obra del lorquino Joaquín Arderíus, obra que cambia el tema costumbrista más bien en realismo con conocimiento social y político . Son los años treinta del siglo XX y la literatura no puede ser distinta a la existencia tan mísera en algunas latitudes, donde lo costumbrista no es simple folklore divertido y animoso.
Castillo Puche, Castillo Navarro, Salom, Andúgar o Sánchez Bautista son autores más relacionados con la existencia social en la que viven. Varios de estos autores han estado fuera de la provincia y su percepción literaria es innovadora. Los perros mueren en la calle o El niño de la flor en la boca, son
títulos que por sí solos demuestran la realidad de los años sesenta del XX, tiempo en que regiones como la nuestra veían a algunos de sus ciudadanos emigrar dentro o fuera de la Península para poder tener una vida mejor.
Y a la crítica social de estos años se añadirá la poesía en estado puro, con autores como Carmen Conde a la cabeza, autora que por sí sola puede ceñir buena parte de la historia literaria murciana del pasado siglo. Una literata murciana que ingresó en la Real Academia de la Lengua Española en 1979, siendo la primera mujer en hacerlo. Destacamos de ella su continuo afán por luchar por la cultura. Los temas que aparecen en sus textos son el amor, el erotismo, la sensualidad, el cuerpo femenino y la experiencia de Dios. Mujer sin edén o A este lado de la eternidad, son dos obras que se incluyen dentro de su vasta producción literaria.
Por su parte, Dionisia García es otra de las escritoras murcianas que podemos destacar en este paseo literario. Cultivó la narrativa y la poesía. Su poesía, de un tono elegíaco, no llega a tocar el patetismo ante esa búsqueda fácil de lo esencial de la vida. Obras como Diario abierto o Imaginaciones y olvidos son algunas de las que escribió.


