Rutas literarias con encanto

Tres días se necesitan para realizar esta ruta llena de ensueño y encanto, el mismo que se apoderó de don Quijote para convertirse en un caballero andante y vivir aventuras

La publicación de la ilustre obra de Miguel de Cervantes, El Quijote, supone la consolidación innegable de la novela moderna, principalmente por la evolución de unos personajes que se enfrentan a la realidad y no son estereotipados.

Esa realidad se ambienta en distintos escenarios por los que pasó don Quijote junto a su fiel escudero Sancho Panza. Nombres como el Toboso o Campo de Criptana son lugares en los que se ambienta la novela.

¿Conoces las rutas literarias del Quijote? Con este reportaje, te mostramos una que no dejará indiferente a ningún lector cervantino si toma la decisión, como don Quijote, de salir en busca de aventuras.

Dando un paseo por La Mancha es imposible no disfrutar de una ruta que une tres lugares significativos para Cervantes: Argamasilla de Alba, El Toboso y Campo de Criptana. Una ruta cultural, de una naturaleza atractiva y en la que solo necesitas 3 días para realizarla y conseguir así tus diplomas, el del caballero andante o el de la bella Dulcinea, que acrediten tu búsqueda de aventuras.

Argamasilla de Alba. Es una localidad de la provincia de Ciudad Real, en la que se puede disfrutar del Río Guadiana y de las Lagunas de Ruidera. En el ámbito literario, no se puede dejar de visitar la cárcel en la que estuvo preso Cervantes, la Cueva Prisión de Medrano. Algunos críticos consideran que Cervantes empezó a escribir su obra en este lugar, de ahí el comienzo de la novela: ?de cuyo nombre no quiero acordarme? Muy cerca se encuentran las Lagunas de Ruidera, un espacio natural cuyas aguas azul turquesa nos hacen sentirnos es un paraíso ideal. 

El Toboso. Después de visitar el lugar en el que pudo empezar a escribir Cervantes sus primeras letras, viajamos a un pequeño pueblo, en el que podemos visitar la casa de Dulcinea, la dama idealizada de don Quijote. Un pueblo situado en la provincia de Toledo donde se halla el Museo Casa Dulcinea del Toboso, un lugar que recrea la casa de unos hidalgos ricos de la época de Cervantes. ¿Por qué esta casa pudo inspirar al escritor? Principalmente, porque en ella vivió su hermana doña Ana, personaje que inspiraría a Cervantes para moldear a su dama. Además de visitar el edificio, una arquitectura del siglo XVI,  en el museo se puede disfrutar de distintas actividades, como la visualización de un corto que resume la obra del escritor. A su salida, pasear por las calles empedradas del Toboso y disfrutad de las pequeñas casas es también un placer cultural que produce una sensación de tranquilidad.

Campo de Criptana. El último pueblo que puedes visitar en esta ruta quijotesca, es el paisaje donde se encuentran los famosos molinos de viento a los que don Quijote confundió con gigantes contra los que había que luchar. En esta tierra de gigantes ciudadrealeña, una de las que más molinos tiene de esta zona, hay que subir a la Sierra de los Molinos y disfrutar de ellos y de una naturaleza bien cuidada. En el interior de uno de los molinos se alberga un pequeño museo de Sara Montiel. Se recomienda hacer la visita en el momento del día en el que se pueda contemplar la salida o puesta del sol, ya que el paisaje llano hace que ambas partes del día presentan un gran espectáculo.