Los sistemas de escritura: desde las tablillas cuneiformes hasta el teclado del ordenador

Fue Mesopotamia el lugar donde empezaron a desarrollarse los primeros sistemas de escritura con símbolos para representar objetos e ideas. Con el paso del tiempo, empezarían a surgir los sistemas de escritura alfabéticos para la representación de sonidos

La escritura nace de la necesidad de expresar de forma gráfica las ideas, en relación con el sonido de la lengua hablada, y de la búsqueda de un método para registrar lo que se ha hecho. Así pues, la comunicación fue desarrollándose poco a poco y fueron apareciendo diversas formas de representar las palabras. Se trató de un proceso largo y muy complejo, hasta tal punto que, a día de hoy su origen puede considerarse todavía un misterio. 

Los primeros sistemas de escritura se desarrollaron en Mesopotamia alrededor del año 3.500 a.C. Estos sistemas eran pictóricos, lo que significa que utilizaban símbolos para representar objetos o ideas.

Uno de los sistemas de escritura pictórica más antiguos es la escritura cuneiforme, en Mesopotamia, que consistía en una combinación de trazos y puntos. Otro sistema de escritura pictórico antiguo es la escritura hieroglífica, que se utilizaba en Egipto y utilizaba símbolos pictóricos para representar sonidos, objetos y conceptos.

Con el tiempo, surgieron los sistemas de escritura alfabéticos donde cada símbolo representa un sonido. Uno de los primeros sistemas de escritura alfabéticos es el alfabeto fenicio, que se desarrolló en el siglo XI a.C y se extendió por todo el Mediterráneo sirviendo así de base para el desarrollo de muchos otros alfabetos, como el alfabeto griego, el alfabeto latino y el alfabeto árabe.

Posteriormente, en la Edad Media, la escritura se utilizaba principalmente para fines religiosos y administrativos. Los monjes eran los principales escribas y copiaban manuscritos de libros religiosos y textos clásicos. En esta época, también se desarrolló la caligrafía, que es el arte de escribir elegante, y se utilizó para decorar manuscritos y otros objetos.

En la Edad Moderna, la escritura se convirtió en una herramienta esencial para la comunicación y el aprendizaje. La primera evidencia de un alfabeto similar al que hoy utilizamos puede ser hallada en el idioma fenicio, una lengua ligada al hebreo. Consistía en una serie de símbolos que representaban las consonantes. Pronto empezaría a extenderse por el Mediterráneo hasta que de él derivaría el griego y, posteriormente, el latín, lengua de la que deriva el castellano. 

La invención de la imprenta en el siglo XV hizo posible la impresión de libros y otros materiales escritos, lo que hizo que la información fuera más accesible que nunca. En el siglo XX, la invención de la máquina de escribir y el ordenador hicieron posible que la escritura fuera más rápida y fácil.

En la actualidad, la humanidad sigue utilizando la escritura como herramienta privilegiada de comunicación. Desde el calzo para tablillas cuneiformes hasta el teclado del ordenador han pasado miles de años, pero la escritura mantiene su presencia entre nosotros. Nada la ha podido sustituir.