Las mujeres de Federico García Lorca

En 1936 asesinaron a Federico García Lorca. Su muerte supuso su propia inmortalidad, ya que el universo lorquiano todavía sigue estando en cada rincón de las personas que sienten como él la vitalidad de luchar por todo. Llevar a Lorca a las aulas es crear un universo de lucha y de arte

19 de agosto de 1936, como otras tantas injusticias con la cultura durante la época de la represión, el régimen quiso y consiguió acabar con la grandeza y con la brillantez del escritor de la máxima bandera de la libertad. Federico García Lorca moría asesinado y bajo una ofensiva hiriente y cobarde, porque lo pusieron de espaldas como cobardes que jamás tendrían el perdón divino.

En un contexto de violencia inminente y cuando el presagio de una etapa sanguinaria aumentaba por instantes, Lorca intuyó que era uno de los que tenía que morir. Tal presagio ya estaba plasmado en el simbolismo de su poesía y en la denuncia de la opresión machista de sus obras de teatro.

Y a pesar de su profecía autocumplida, se refugió en su tierra natal, en su Granada que acabaría entregándolo para ser asesinado sin derecho a expresar sus últimos versos en los que pudiera pedir clemencia por su derecho a la vida que tanto fusilaban si no compartías su ideología.

El patriotismo de Lorca era puro y desinteresado y se basó en airear su bandera de la libertad donde bordó el amor más grande de su vida. Su sensibilidad traspasó fronteras y el cariño que le ponía a la lucha por la justicia de los más desfavorecidos, así como de la figura de la mujer, más que aniquilada por el patriarcado latente en cada rincón de España, de ahí que sus dramas denunciaran el cruel trato del personaje femenino en todos los ámbitos. El máximo exponente del papel machista y autoritario queda reflejado en la figura de Bernarda, esa madre que tapia las ventanas de su casa tras la muerte de su marido para que ninguna de sus mujeres pueda conseguir varón.

Sin embargo, también hubo otros personajes que sufrieron las consecuencias de ese papel dictatorial de Bernarda, como fue la pequeña Adela. El papel de la mujer en la obra de Lorca es muy importante, a través de ella manifiesta el deseo de vivir un amor genuino, frustrado en todo momento por las exigencias sociales. Con las figuras de La Novia, Adela y Yerma muestra las ansias de libertad  ante un sistema opresor que las anula. En esos dramas de mujeres y en algunos de sus poemas ocultaría sutilmente su homosexualidad y su deseo de amar y el temor de no poder experimentar el amor con la persona deseada.

¿Y si el final hubiera cambiado? Con el libro Las mujeres de Federico, escrito por Lady Desidia y Ana Bernal-Triviño, se muestra a las  protagonistas más relevantes de la producción literaria de Lorca se sumergidas en un intenso relato feminista. Aparece el tema del deseo de cambiar, es decir, el deseo de esas mujeres de tener un destino diferente al que el autor les da en sus respectivas obras. El libro muestra, a través de las mujeres protagonistas de Lorca,  el camino de transformación hacia un futuro que no les fue asignado por culpa de un trágico final, para ello Rosa reúne a las otras mujeres en la casa de Federico García Lorca, en la Huerta de San Vicente,  para mostrarle su disconformidad y su dolor por el final que el dramaturgo les tenía preparado.

En definitiva, Lorca es un escritor que llega hasta nuestros días. Su legado, más que venerable, pervive entre nosotros y suponen una gran lección de la lucha por la igualdad y por los más desfavorecidos. Estudiar a Lorca en las aulas es crear un universo cultural del que el alumno no saldrá sin tener la sensación de seguir su lucha, ya que todavía las barreras para acabar con la desigualdad de género siguen siendo altas. Lorca sigue siendo naturalidad, simbolismo, justicia, valentía y, sobre todo, arte en estado puro.