La literatura, un puente hacia la sabiduría

Literatura es, como bien sabemos, una materia que junto con la parte de Lengua componen una asignatura obligatoria en todos los institutos. Esta es odiada por gran parte de los alumnos, los cuales no entienden para qué les va a servir en el futuro.

Las asignaturas como Música, Plástica o Lengua, son vistas por tanto padres como alumnos, como asignaturas innecesarias por el simple hecho de que los trabajos desarrollados en estos campos no son remunerados de la misma forma que aquellos relacionados con las matemáticas o las ciencias. Sin embargo, sin el arte en general, ¿qué sería de nuestra sociedad? ¿podrñiamos vivir sin la importancia de las letras?

Los seres humanos no somos ordenadores diseñados para programar o hacer cuentas sin fin, sino que tenemos sentimientos, ideas y emociones que no podemos cambiar ni contener. La literatura es una forma de expresión, a través de ella, transmitimos nuestro dolor y nuestros pensamientos, como por ejemplo, Jorge Manrique, que con sus coplas recordó a su padre fallecido y lo ayudó, de algún modo, a superar su pérdida y a aceptar de manera serena la llegada de la muerte.

La literatura nos ayuda a conocer de dónde venimos y por qué nuestra sociedad funciona como lo hace, nos ayuda a ser críticos y a entender que está bien y que está mal. A los gobiernos y a los grandes empresarios no les conviene que seamos así, cultos y formados, porque desde siempre, una revolución comienza cuando alguien entiende que algo a lo que está siendo sometido está mal y lo expresa.

¿Y cuál es el mejor cauce de expresión? El de las letras, cuyo dominio y entendimiento darán lugar a tener un conocimiento del reto de artes y disciplinas. Libros, conversaciones, cuadros, canciones, cine... Todo está plagado de letras, esas que constituyen un arma de poderosa de lucha y esperanza. Ahora, en un sociedad democrática es urgente reivindicar justicia y libertad; y aunque se empeñen en censurar la cultura, como durante la Inquisición y, posteriormente, la dictadura,  los artistas seguirán deseando su libertad y reclamándola a través de poemas, novelas, o teatros, puesto que hoy, en pleno siglo XXI, es momento de seguir en la lucha del progreso y para ello si es necesario armar una rebelión, lo haremos. Como dice la famosa cita del filósofo inglés, Sir Francis Bacon: El conocimiento es poder.

Sin asignaturas como Literatura, no tendríamos medios para comunicarnos y nuestras opiniones estarían marcadas por la reducida visión de la realidad que nos quieran ofrecer los políricos, no seríamos más que marionetas. Por otro lado, el gran fallo de la literatura como asignatura es el enfoque que posee, el cual exige a los alumnos memorizar obras y autores para posteriormente escupirlos en un examen y olvidarlos. En mi opinión, eso es lo que hace inservible a esta materia, si por el contrario nos dieran textos y nos ayudarán a entender el poder de sus palabras y compararlos con nuestra actualidad expresando nuestra propia opinión, podríamos apreciar lo bonito de nuestra historia y nos ayudaría a ser más conscientes del mundo a nuestro alrededor.

A mi generación ,en particular, nos haría especialmente falta desarrollar la parte creativa del cerebro, puesto que hoy día con todas las tecnologías a las que tenemos acceso desde que nacemos, tendemos a crear una imaginación muy reducida, y el sistema educativo debería invitar a los más jóvenes a pensar por sí solos y a darles herramientas para experimentar, no suministrarles conocimientos para memorizar y olvidar sin realmente aprender nada.

Por último, destacar que a mí la literatura y los libros en general me han acompañado desde que soy muy pequeña y es un hobby que disfruto mucho, no solo porque las historias me entretienen, sino porque me dan una vía de escape del mundo real, me ofrecen una visión distinta del mundo y me ayudan a entender mejor los sentimientos de los demás y los míos propios.

No solo eso sino que escribir también me resulta una manera de manifestar todo lo que llevo dentro de distintas formas, escribiendo historias, opiniones o reflexiones, dejo plasmado en el papel todo lo que pienso y me ayuda a lidiar mejor con la tristeza, la rabia o la alegría.

El otro día en clase una compañera menospreció el escribir sobre los sentimientos designándolo como al de ?maricones?, no puedo estar más en desacuerdo con esto, no solo porque el término empleado sea ofensivo y no sea correcto usarlo, si no porque además escribir sobre los sentimientos es algo de valientes, porque no tienes miedo a sentir y a expresarlo con palabras, a comprender que estas bien o mal y transmitir tus pensamientos y emociones con los demás.