La importancia de escribir a mano

La escritura a mano previene la falta de atención entre los niños y el fortalecimiento de la memoria en las personas adultas

En plena explosión de la era digital, donde las pantallas se han incorporado como una herramienta de trabajo en las aulas e incluso como sustitutos de los libros de texto para determinados sistemas de enseñanza como puede ser el ABP(Aprendizaje Basado en Proyectos), se está dejando de lado la escritura manual, provocando esto un déficit considerable en la atención, la buena caligrafía y la comprensión.

Las letras de un teclado y que plasmamos en la pantalla ya están predeterminadas, ahora bien, las que escribimos a mano son inéditas. Descuidar la caligrafía puede tener como consecuencia la falta de comprensión y atención, ya que en el momento en el que nos ponemos a escribir, sobre todo en edad infantil y en la adolescencia, las únicas letras serán garabatos que ni nosotros mismos comprenderemos, por lo que nos costará más poder concentrarnos.

Pero esta cuestión, si usar un tipo de letra u otra, va más allá de la falta de concentración; atiende a factores neurológicos que pueden perjudicar el rendimiento. Son muchos los estudios que afirman que cuando una persona escribe a mano, hace que su cerebro trabaje mucho más, ya que cuando empezamos a escribir se produce una activación de la zona visual de nuestro cerebro, por no olvidar la destreza de la motricidad fina, que sirve para realizar otras acciones como atarse lo cordones, recortar papel?

Ahora bien, ¿y los adultos? ¿Creen que no tiene beneficios la escritura manual? No podemos obviar que porque sean adultos, ya lo tienen todo hecho. Son muchos los beneficios, siendo el más destacado la prevención del deterioro cognitivo, ya que supone volver a entrenar el cerebro, lo que implica, entre otras cuestiones, aprender y recordar, trabajando así la memoria diariamente. Tambien, los adultos pueden formentar el pensamiento crítico, así como la creatividad y reducir las altas dosis de estrés en las que se ven inmersos todos los días.

Por otro lado, esto no implica que tengamos que dejar de lado el teclado, no. Implica que lo dejemos de lado por un tiempo, que lo combinemos en nuestro día a día con la escritura a mano alzada, para que de esta manera podamos disfrutar de todos los beneficios, así como mejorar la calidad de vida de nuestro cerebro.