¿Por qué es tan efectiva la dieta metabólica?

¿Podemos aprovecharlo y adelgazar sin recuperar esos kilos?

Todos sabemos que nuestro metabolismo afecta mucho nuestro peso pero, ¿podemos aprovecharlo y adelgazar sin recuperar esos kilos?

Existen muchas dietas y consejos sobre cómo adelgazar pero una nutricionista certificada de los estados unidos desarrolló un nuevo sistema nutricional.

En 2009, ella escribió un libro llamado "El milagro del metabolismo", El libro está basado en su experiencia personal, hallazgos científicos y hechos médicos. Tuvo tanto éxito que Daily Mail le entregó el premio del ?Libro dietético del año? en 2010, entonces, ¿de qué trata este método de vientres?

Si alguna vez has estado a dieta quizás sepas por tu propia experiencia que esto no ayuda  a adelgazar a largo plazo ya que se debe al fenómeno científicamente probado llamado ?efecto meseta?, cuando haces una dieta tu cuerpo funciona en modo supervivencia tratando de ahorrar cada caloría y su objetivo principal es evitar que te mueras de hambre a costa de todo y por eso tu organismo considera que es una gran idea tener unas reservas de grasa, lo que quiere decir que cuando reducimos la cantidad de alimentos que consumimos nuestro cuerpos desacelera el metabolismo para ahorra energía. 

El objetivo principal de la dieta metabólica es reiniciar ciertos órganos como el páncreas y el hígado, ya que estos comenzarán a trabajar en una forma nueva que normalizará tu metabolismo y lo llevará a un estado normal y eso significa decir adiós a todos esos kilos indeseados.

En el libro del que hemos estado hablando se distinguen dos principales tipos de metabolismo; el metabolismo normal o tipo a que es el que tienen las personas delgadas y los que están en forma. El metabolismo lento o tipo b es el que tienen las personas con sobrepeso. El cuerpo de una persona con sobrepeso no puede deshacerse adecuadamente de glucosa y como resultado sus células acumulan grasa con mayor intensidad, esto puede llevar a un montón de trastornos metabólicos como la hipertensión. 

Parece que reducir las calorías debería hacer que pierdas peso pero desafortunadamente no es así y la causa principal de esto es que la hormona insulina también afecta a nuestro metabolismo. La insulina se encarga de disminuir la concentración de glucosa en la sangre y un exceso de esta hormona hace que comamos más azúcar y saque el glucógeno del hígado, esto lleva una aumento de glucosa en la sangre haciendo que las células de grasa empiecen a almacenarla activamente. Todo esto forma un verdadero círculo vicioso ya que comemos dulces para subir el nivel de insulina lo cual da como resultado un antojo aun mayor de comer dulces, y si nos negamos a consumir glucosa, el exceso de la insulina no utilizada nos hace sentir mucha hambre.

Aquí es donde la dieta metabólica es útil, reiniciando el mecanismo metabólico que funciona mal a través de un enfoque único de nutrición. Existen tres etapas fundamentales, cada una con su propio régimen específico.

En primer lugar consulta a tu médico antes de empezar la dieta ya que todos somos diferentes y nunca sabes cómo va a reaccionar tu organismo, así que una consulta con tu especialista es obligatoria.

La primera etapa es la más difícil, su objetivo es hacer que el páncreas deje de producir un montón de insulina de hecho es una etapa de la dieta metabólica baja en carbohidratos. Esta primera etapa está dividida en ocho semanas todos los días deberás consumir lo más de 22 g de carbohidratos y se recomienda dividirlos en cinco partes iguales lo que equivale a 4,4 g de carbohidratos en cada comida. La abstinencia a corto plazo de carbohidratos es la única forma de normalizar la producción de insulina que no incluye medicamentos.

Una lista de elementos básicos para la primera etapa sería proteínas como la carne o marisco; grasa como la mantequilla, margarina, mayonesa, aceites vegetales y aguacates; hortalizas sobre todo las alcachofas, espárragos, judías verdes, brócoli, coliflor, apio, pepinos, berenjenas y champiñones; carbohidratos en yogures, batidos y postres sin azúcar. 

Durante los primeros tres días de la dieta te sentirás cansado y sin fuerzas, incluso puedes sentir debilidad y vértigo, pero así es como ocurre el proceso de adaptación a una nueva dieta.

La segunda etapa es más agradable y estarás perdiendo peso. Solo hay una regla para esta etapa, no debes consumir más de 60 g de carbohidratos al día, dividiéndolos en aproximadamente de 10 a 20 gramos por comida. Tu páncreas descansará y empezará poco a poco a trabajar de una manera nueva y más eficiente. Esta segunda etapa permite que consumas todos los alimentos y puedes enriquecer la dieta agregando algunas recetas de horneados bajos en carbohidratos.

Cuando te encuentres en tu peso ideal podrás comenzar con la etapa tres donde debes seguir por el resto de tu vida, y las reglas que debes seguir no son tan estrictas. Solo es nutrición básica, si quieres mantener tu figura perfecta para el resto de tu vida, regula la cantidad de calorías necesarias para tu peso, teniendo en cuenta tu sexo, edad, actividad física y qué tan propenso sea tu cuerpo al tipo de metabolismo equivocado.

Las nuevas reglas incluyen consumir porciones limitadas de carbohidratos y comer cinco veces al día.