El fútbol femenino aún tiene un gran camino lleno de obstáculos por recorrer.

¡Luchemos contra la desigualdad!

El fútbol femenino es el deporte de equipo más practicado por mujeres en todo el mundo. Siendo este deporte uno de los pocos jugados por mujeres con ligas profesionales.

En el deporte, las mujeres no reciben casi ayuda ni apoyo y tampoco son valoradas como merecen serlo. Con el tiempo y esfuerzo, se están viendo recompensadas, pero ni la mitad de lo que se merecen.

Hoy en día, el fútbol femenino aún tiene mucho camino por recorrer, reclamando una mayor igualdad e importancia para la figura femenina.
La falta de vestuario femenino, de clubes que presten espacios para los entrenamientos y partidos, los lugares en los estadios exclusivos para mujeres, las situaciones de machismo... son algunas de las cosas que alejan a las mujeres de la práctica del fútbol  y de la asistencia a los estadios como espectadoras. Otro detalle que dificulta aún más esta lucha, es que la gente se interesa más por el físico de las jugadoras antes que por su valor competitivo, y esto no favorece para nada la visibilidad del deporte. Pero, por suerte, hay mujeres que luchan por que todo esto cambie y a pesar de estas dificultades no han impedido que muchas mujeres alrededor de todo el mundo disfruten de este deporte.
 
En mi opinión, en parte la culpa la tiene la sociedad en la que vivimos, ya que da más reconocimiento a los deportes masculinos que a los femeninos.
Por otra parte, también influye la historia, el fútbol masculino comenzó al alrededor de 60 años antes que el femenino, por lo que tiene mucha más audiencia.
De cada diez jugadores de fútbol en españa, nueve son hombres y una es mujer, mientras que en el resto de deportes la proporción  es de cinco a una.

En la actualidad hay alrededor de unos 48 países con ligas nacionales femeninas, incluida la liga española. Pero, el fútbol masculino sigue recibiendo mayor publicidad, lo que lleva a una mayor audiencia, que provoca que los jugadores masculinos tengan un mejor salario.

Un equipo masculino gana la liga masculina de fútbol y otro femenino, al mismo tiempo, gana la liga femenina, cada jugador del equipo masculino gana 300.000 euros mientras que cada jugadora tiene que conformarse con 54 euros, quizá ahí está el problema, no se valora el esfuerzo, dedicación y constancia de las mujeres.