Actualmente los Ereaders facilitan a muchas personas poder disfrutar del gran placer de leer. Con esta tecnología no es necesario transportar pesados libros, dificultosos de guardar por su volumen y que terminan estropeándose, sin olvidar el menor consumo de papel y, por tanto, menor tala de árboles.

Los centros escolares también son partícipes de estas nuevas tecnologías. De hecho, una nueva forma de educación digital se ha puesto en marcha en diferentes centros de la Región, donde los estudiantes, en lugar de los libros en papel, tienen ereaders. Esto podría ser beneficioso en muchos aspectos. De hecho, solo en el aspecto físico se evitarán futuros problemas de espalda, pues ya no habrá que transportar pesadas carteras.

Ésta es una de las opiniones actuales. Sin embargo, AQUÍ Y AHORA les vamos a mostrar la otra cara de la moneda.

Muchas personas prefieren el placer de coger entre sus manos y leer un libro, la satisfacción de ir pasando hoja tras hoja todas sus páginas, ir viendo cómo va avanzando y cómo el grosor de las páginas que quedan va disminuyendo. Comprobar que, cuando coges un libro nuevo tan fino y perfecto, al terminarlo de leer, las páginas están más separadas y atolondradas que al principio. Es casi un arte.

También para algunos los libros escolares son una verdadera fuente de sabiduría donde buscar todos los conocimientos aprendidos durante el curso, así como el típico ritual antes de empezar el curso de forrarlos, ponerles el nombre, ver lo que tendrás que estudiar durante ese año... Además no está totalmente demostrado el efecto de los ereaders, pudiendo provocar variaciones en el rendimiento del alumnado.

Pero la pregunta es ¿los libros sobrevivirán al ataque de los Ireaders?

En la actualidad, se han sustituidos muchos libros por sus ereaders, permitiendo tener un único "libro", un único aparato del volumen aproximado de un DVD. El ereader es cómodo y ligero y, a la larga, podrían ser más económicos que los libros tradicionales. Además, sí es cierto, que los ereaders han conseguido atraer la atención de muchos de los estudiantes del programa de educación digital, invitándoles al estudio.

Entonces...¿desaparecerán los libros tal y como los conocemos?

Los estudios realizados muestran que en el presente la gente prefiere los libros tradicionales, ya sea porque todavía no se han adaptado a esta nueva tecnología o por el simple argumento de que disfrutan "pasando las páginas del libro, sus tapas, tocándolo, sintiéndolo, teniéndolo..." Algunas instituciones defienden que el rendimiento del estudio escolar con los ereaders desciende, siendo mucho más productivo estudiar con los libros de texto de manera tradicional, aunque no está totalmente verificado.

De momento esta batalla no ha finalizado y no se puede saber lo que pasará con los libros en generaciones futuras, pero lo que sí sabemos es que mezclar y combinar las avances tecnológicos con las costumbres tradicionales siempre es una buena noticia para...¡AQUÍ Y AHORA!