La publicidad también es radio
No se trata de una pausa entre contenidos, sino del propio contenido
03.03.2019 - La Era de los Cuatro
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La publicidad, bien hecha, también es radio, incluso más radio que algunos de los programas donde podemos escucharla. No se trata de una pausa entre contenidos, sino del propio contenido por su originalidad, frescura, manejo del lenguaje y sobre todo carga evocadora.
Las cuñas, que es así como se llaman los anuncios en radio, son pequeñas piezas creativas en las que los profesionales cuidan al máximo la selección de todos los elementos que intervienen, desde la música hasta las voces, pasando por los efectos, ruidos, entonación, velocidad, humor... Una buena cuña sabe provocar en 20 segundos la necesidad del oyente de comprar tal producto o recibir determinado servicio.
La publicidad en radio no es la hermana pobre de la televisión, sino otra forma efectiva que tienen marcas, establecimientos, servicios, instituciones y administraciones de llegar a su público objetivo.
Una buena cuña precisa de un guión creativo, capaz de llamar la atención del oyente de radio.
El publicista no debe escatimar en la locución, tiene que ser una voz profesional, adecuada a la idea y al público al que se quiere dirigir el mensaje, si el objetivo es que los personajes de la historia sean creíbles
La publicidad en radio, a pesar de solo llegar al oyente a través de un único sentido, el oído, puede, estimulando la imaginación, activar los otros cuatro enriqueciendo el mensaje y despertando el interés de la audiencia por lo que se pretende vender. Aquí juegan un papel fundamental la música y los efectos.
Uno de los recursos más valorados de la publicidad en radio es el humor que funciona a las mil maravillas para captar la atención del que escucha.
La radio son noticias, tertulias, entrevistas, goles, música y también publicidad, grabada o en directo.