SI TIENES SUEÑO, TIENES UN PROBLEMA
Para mantener la mente sana es necesario dormir entre 8 y 10 horas
30.04.2018 - DUÑA AIT MOHA BEN LENDA
1 voto
0 comentarios
Vivimos muy deprisa porque siempre tenemos muchas cosas que hacer o que estudiar y, a veces, dormimos poco para poder hacer todo lo que queremos. Los estudiantes estudian robándole horas al sueño y eso es un error, porque el cerebro necesita dormir para repararse y el cuerpo, con todos sus órganos, también.
Las etapas del sueño
El periodo de sueño se divide en dos etapas denominadas fase de sueño lento o NO REM, y fase de sueño rápido o REM (siglas que corresponden a su nombre en inglés: Rapid Eye Movements o movimientos oculares rápidos). En el sueño REM, los ojos se mueven muy rápido y es cuando se producen los sueños bonitos y las pesadillas.
Cosas que afectan al sueño
La ansiedad y la depresión afectan a la capacidad de respirar y de relajarnos, por lo que no podemos dormir profundamente. El estrés es una fuente de tensión y tampoco permite que nos acomodemos bien. Por estos problemas podemos necesitar más tiempo de sueño y, como consecuencia, dormir más.
Los problemas más habituales del sueño
Insomnio: dificultad de dormirse o de quedarse dormido. Puede ser causada por la ansiedad, por una enfermedad o un entorno inadecuado.
Hipersomnia: horas excesivas de sueño, es decir, sueño muy largo y profundo.
Fatiga: sensación de cansancio.
Cansancio: falta de fuerzas que resulta de haberse fatigado.
Tiempo necesario de sueño según las edades
Los recién nacidos, de 0 - 3 meses, entre 14 y 17 horas.
Los niños, de 1- 2 años, entre 10 a 13 horas.
Preescolares, de 3- 5 años, entre 10 a 13 horas.
Niños en edad escolar, de 6 - 13 años, entre 9 a 11 horas.
Adolescentes, de 14 - 17 años, entre 8 a 10 horas.
Adulto joven, de 18 - 25 años, entre 7 a 9 horas.
Adultos, de 26 - 64 años, entre 7 a 9 horas.
Adulto mayor, mayor de 65 años de 7 a 8 horas.
Consejos para dormir bien
Respiración: los problemas respiratorios impiden el sueño normal.
Alimentación: una dieta inadecuada, no comer, una cena demasiado abundante,?, pueden provocar que no durmamos bien.
Una postura adecuada: cada persona adopta su postura para dormir, y es mejor dormir siempre que se pueda con esa postura.
La ropa: la prenda de vestir influye en nuestro sueño por eso hay que llevar puesto un tejido cómodo.
La temperatura corporal: es importante no tener ni mucho frío, ni mucho calor; hay que dormir a una temperatura adecuada.
Higiene: una higiene adecuada proporciona el bienestar necesario para el descanso y el sueño.
Sentirse bien: también se necesita estar en un lugar seguro para descansar.