Concurso Escolar laverdad.es
 
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Escrito A Cálamo

IES VICENTE MEDINA

ARCHENA

REDACCIÓN: David Ponce Brando, Jesús García Ramón, Jonathan Suárez Heras, Esteban Fernández Melgarejo, Antonio Marín Castillo, Guillermo Villegas Rodríguez

LA CULTURA DEL ESFUERZO.

LA CULTURA DEL ESFUERZO.
El trabajo realizado para alcanzar un objetivo no siempre es un punto a tener en cuenta a la hora de valorar y esto podría ser un problema.

En nuestra sociedad actual no se valora siempre el esfuerzo, ¿qué repercusiones presenta esto?

Reportajes

16.04.2018 - Jesús García

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De un tiempo para acá, es un hecho que nuestra sociedad viene recompensando mucho más el resultado final del trabajo que el esfuerzo constante realizado a lo largo del año. Esto se refleja en nuestro sistema de educación en que, en vez de premiar a quien trabaja más duro, a pesar de los inconvenientes a los que se enfrente, se califica mejor a aquel que obtiene el mejor fin, dejando de lado el crecimiento personal, las ideas inteligentes y creativas puestas en marcha durante el camino y los proyectos fallidos que sirvieron de cimientos al proyecto final.

    De esta forma, hemos llegado a un punto en el cual el esfuerzo no se considera una virtud, sino más bien un defecto. Es más práctico, más cómodo y mejor trabajar menos. Ha nacido un modelo de persona muy particular: aquel ser que, sin haber trabajado en absoluto para lograr un objetivo, cumple todas las expectativas sin despeinarse. Así, aquellos que cumplen son sus metas, ocultan y restan valor a su labor y dedicación constante, atribuyendo su buen fin a la suerte o al talento innato. Todo esto, finalmente, contribuye a crear un panorama delusional en el cual se cree que se puede conseguir el éxito sin esfuerzo alguno.

    También tiene gran parte de la culpa de esta forma de pensar la sociedad y la cultura actual. En la televisión y medios de comunicación, aparecen frecuentemente modelos de éxito fácil los cuales enseñan un camino a la fama tranquilo y que, por desgracia, no existe en la vida real. Por otra parte, también tiene parte de culpa nuestro sistema educativo actual en el cual es rara la ocasión en la que se hace especial hincapié sobre el proceso de desarrollo.

    Para solucionar esta carencia, se están poniendo en práctica en los institutos medidas que, por lo general, se encuentran basadas en la planificación previa, la valoración del trabajo por encima de la memorización, el trabajo cooperativo, la concreción de los temas a trabajar por parte del equipo docente y la evaluación continua y diaria. Todas estas medidas, por el momento, conllevan ciertas dificultades que deberán ser solucionadas, aunque por el momento, están resultando beneficiosas.

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