Motívate

A veces resulta difícil, pero depende en parte de nosotros. Si estamos motivados, si nos apasiona lo que hacemos, si tenemos claro el objetivo, ¡el camino será mucho más sencillo! Hoy podrás descubrir la importancia de la motivación a nivel académico.

Desde pequeños nos enseñan que siempre tenemos que sacar buenas notas, pero estudiar no es una tarea fácil. Son muchos los elementos que parecen estar en nuestra contra a la hora de estudiar, como por ejemplo, lo complicado de determinadas asignaturas o la densidad de los temarios. Sin embargo, todas estas dificultades se pueden superar si tenemos motivación.

Motivación es una palabra muy interesante definida por la RAE como: conjunto de factores internos o externos que determinan en parte las acciones de una persona. Proviene del verbo latino movere, que quiere decir ponerse en marcha, y es que eso es lo que necesitamos hacer para vencer cualquier dificultad. No nos podemos dejar ganar por los impedimentos o las simples comodidades, porque de ser así no haríamos nada, por lo que dejaríamos pasar las oportunidades y veríamos como los demás siguen creciendo mientras nosotros nos quedamos atrás. Por eso tenemos que ponernos en marcha, aclarar nuestra mente y tener claro el por qué hacemos lo que hacemos.

No a todos nos motivan las mismas razones, a un niño de primaria no le motiva lo mismo que a uno de secundaria o a un universitario. Por eso cada persona debe tomarse un tiempo para sí mismo y pensar y considerar algunas motivaciones a corto plazo. El entusiasmo mueve montañas.

Hay una pregunta que deberíamos de hacernos más a menudo: ¿Cómo puedo entusiasmarme con mis estudios? Admitamos que estudiar es interesante, puede no ser divertido, pero debo esforzarme en verlo y hacerlo interesante. Cuando te preparas un tema y lo conoces bien es cuando empieza a gustarte, así que, ¿qué nos detiene a la hora de estudiar para disfrutar?. Debemos controlarnos y aprender a no dejarnos llevar por nuestros deseos de salir con los amigos, jugar videojuegos o hacer cualquier otra cosa que te prive del tiempo que deberías estar dedicando a tus estudios. Porque no hay peor sentimiento que el pensar lo que podrías haber hecho para evitar la situación en la que te encuentras tras una tarde poco aprovechada.

Algunos de los pensamientos que debes tener claros al estudiar son tan simples como tener clara tu meta, recordarla y vencer a tu mente. Pero como ya he mencionado anteriormente, no nos tomamos el tiempo de pensar en nuestras metas futuras, sino que solo pensamos en el presente, y no sólo eso, pensamos en él de manera errónea, de modo que nos lleva a tomar malas decisiones.

* Si tienes problemas para mantener tu atención por un tiempo prolongado sobre una tarea deberías probar a hacer planes y horarios, incluso adoptar un método de estudio (ver nuestras entradas anteriores).

Estudiar no tiene ningún secreto: NO TE RINDAS, AUTOMOTÍVATE, ESFUÉRZATE Y SÉ CONSTANTE.