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CarrascHoy

IES SIERRA DE CARRASCOY

El Palmar

REDACCIÓN: Javier Belmonte Sánchez, Zaira García Hernández, Alejandra López Monteagudo, Juan José Martínez Trillo

De la alhatara ibera hasta el acueducto romano (I)

Foto De la alhatara ibera hasta el acueducto romano (I)
Acueducto de Albatana, inspirado en su herencia romana.

Durante esta primera parte del reportaje os contaremos desde el inicio de los primeros asentamientos en nuestra región hasta el fuerte impulso que llevaron a cabo los romanos en materia agrícola de aprovechamiento del agua.

Reportajes

24.04.2018 - Javier Belmonte Sánchez

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Desde pequeños nos enseñaron en historia que los primeros humanos, allá por el neolítico comenzaron a establecerse en asentimientos, pero, ¿dónde se encontraban estos? Cerca de la "fuente de la vida", del agua. Los primeros pobladores de nuestra región no fueron menos y se establecieron en los valles de las cuencas fluviales del Segura, Mula, del Quípar o del Guadalentín además de en algunas zonas de la costa. Pese a ser estos conscientes de la situación de escasas lluvias del terreno, este no supuso un problema para ellos debido a su escasa población.

Cuando vieron como comenzó a aumentar la población se percataron de la importancia de controlar a su vez el agua, por lo que empezaron colocando rocas para dominar el trascurso de los ríos, formando improvisados diques. Tras dominar el agua, estos comenzaron a desarrollar las arcaicas técnicas agrícolas de la época y sus respectivas herramientas como pequeñas hoces o hachas.

Un claro ejemplo de ello lo podemos encontrar en el poblado neolítico de El Prado, en Jumilla donde los investigadores encontraron además de las herramientas anteriormente mencionadas, una pequeña zanja que les llevó a pensar que estos eran incluso capaces almacenar el agua. A su vez, para elevar el agua, se sirvieron de la Alhatara, una simple pértiga con una vasija en el extremo.

Ya en el siglo III a. de C. se otorga a los íberos el título de haber creado la huerta murciana, tras la desecación de las zonas pantanosas de las zonas del Segura. Es por ello que a estos se les conoce como "os habitantes de los ríos".

Sin embargo, no sería hasta la llegada de los romanos cuando se comenzarían a realizar grades construcciones en torno al aprovechamiento del agua y el aumento de producción agrícola. Entre sus primeras medidas destaca la distribución del suelo de la región (en el conocido como centuratio o centuriación), distribuyendo las tierras entre las diferentes colonias romanas y encargando a estas su cultivo.

Entre sus mayores construcciones, y que hicieron posible el impulso total de la agricultura en nuestra región destacan los acueductos, presas, canales y regadíos. Sin embargo, la más destacada fue la cisterna que fue especialmente importante en la Cartagena Romana debido a su escasez de agua. Estas se encontraban principalmente bajo los patios y se encargaban de almacenar el agua la lluvia. Su uso se comprende mejor examinando las casas romanas: los tejados inclinados (compluvium) hacían que la lluvia callera en un patio central (impluvium). Esta agua posteriormente se dirigía a un depósito para, finalmente, acabar en la cisterna, donde era almacenada y posteriormente extraída través del pozo.

Aparte de estas importantísimas obras de ingeniería, también desarrollaron otros útiles como la cantimplora que permitía saciar la sed de la población.

Pese a los duros comienzos de nuestros antepasados y el ya mencionado impulso de la agricultura y del aprovechamiento del agua llevado a cabo por los romanos, no sería hasta la llegada de los musulmanes cuando se produciría una auténtica revolución en nuestra huerta, pero esto, os lo contamos en la siguiente parte de este reportaje.

comentarios

1

Gerardo | 25-04-2018 20:17

¡Gracias por mostrarnos la historia de nuestra región!

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