Concurso Escolar laverdad.es
 
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ENQUÊTRICES

IES LOS ALBARES

CIEZA

REDACCIÓN: ANA JOAQUINA CANDEL MARÍN, SARA SÁNCHEZ MORENO, ÁNGELA MARÍN ORTIZ, IRENE GARCÍA ORTEGA, RAQUEL ZAMORANO RÍOS, ELENA MARÍN LÓPEZ

ESPAÑA: PAÍS VIEJO, PAÍS DE VIEJOS

Foto ESPAÑA: PAÍS VIEJO, PAÍS DE VIEJOS
Ancianos en el parque

Por quinto año consecutivo España pierde población

27.04.2017 - El Equipo de Redacción de Enquêtrices!

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12 comentarios

El Equipo de Redacción de Enquêtrices!

Al acabar el año 2014 el 18,1% de la población española tenía más de 64 años. Este dato, que puede parecer una simple curiosidad, es el mayor motivo de preocupación para el futuro del país.

En España nacen pocos niños. Muy pocos. Desde 2009 las tasas de natalidad han ido cayendo en nuestro país hasta llegar a un 9,11?. Esto significa que por cada mil habitantes del país nacen cada año 9,11 niños, o dicho de manera que se entienda mejor: cada mujer que vive en España tiene de media a lo largo de su vida fértil 1,27 hijos, y es madre cada vez a una edad más tardía. Para que nos hagamos una idea: para mantener simplemente la población sin un envejecimiento excesivo cada mujer debe tener una media de 2,1 hijos. Si en España la cifra es casi la mitad de lo necesario, las consecuencias son fáciles de adivinar. Y si tenemos en cuenta que del total de niños nacidos más de un 18% lo son de madres extranjeras, y es posible que en algún momento del futuro muchos de ellos regresen a sus países de origen, el problema puede ser todavía más grave. Y si, para rematar la faena, muchos de los que hoy son jóvenes deben emigrar ante la falta de salidas en nuestro país, las consecuencias serán fatales a medio y largo plazo.

¿Por qué nacen tan pocos niños en España? ¿Por qué es España uno de los países del mundo con menor natalidad? Hay muchas explicaciones, pero una es la más importante: la dificultad de conciliar la vida familiar con la laboral y la mala situación económica de la mayor parte de la población española. De hecho, no es que las familias no quieran tener más hijos; es que no pueden tenerlos. Mientras que en otros países de nuestro entorno que han sufrido este problema los estados y las sociedades dan ayudas a la maternidad y apoyan a las familias con hijos, en España las administraciones hacen todo lo contrario. Conciliar en nuestro país vida familiar y laboral no es que sea complicado, sino un auténtico milagro. Las empresas suelen castigar a las madres, las leyes no actúan de verdad en su favor, la red pública de guarderías es casi inexistente, las ayudas, cuando las hay, son ridículas. Y lo peor es que en la actual situación económica de desempleo, precariedad, temporalidad y sueldos casi de miseria, los salarios de madre y padre son indispensables para el mantenimiento de las familias, por lo que no se puede renunciar a uno para cuidar de los hijos. El problema se soluciona en parte por el apoyo y la ayuda de los abuelos, pero no es suficiente. Hoy en día, en el tradicional dicho de que los hijos vienen con un pan debajo del brazo el pan se ha transformado en un montón de facturas. Así que podemos imaginar los problemas para tener hijos con las que se enfrentan los matrimonios jóvenes españoles. Y en consecuencia, los porcentajes de población joven (de 1 a 14 años) y adulta (de 15 a 64) no paran de bajar.

Veamos ahora la segunda parte de la cuestión: la de la población anciana. Ya hemos dicho que en la actualidad es el 18,1% del total. Pero es una cifra que crece constantemente, dada la disminución de la proporción de jóvenes y adultos y el constante aumento de ancianos. Este aumento se debe a varias causas. La primera acabamos de verla: la disminución de población joven y adulta. La segunda, el espectacular aumento de la esperanza de vida, es decir, de la media de edad a la que fallecen los españoles. Pero claro, eso hace que las cifras de ancianos sean cada día mayores. Unas cifras que aumentan todavía más según van llegando a la edad de jubilación los hombres y mujeres que nacieron durante el ?baby boom? español, las generaciones nacidas en los años 60 y principios de los 70 del siglo pasado (nuestros padres, de hecho).

Pero claro, al aumentar la proporción de ancianos también aumenta la mortalidad. Y así en 2015 murieron más españoles que nacieron; es decir, a que se produjese un descenso vegetativo de la población, agravado con la salida de España de muchos inmigrantes que han perdido sus empleos y de muchos jóvenes españoles en busca de. De seguir así las cosas, para 2029 España habrá perdido un millón de habitantes, y 5,8 millones en 2064.

Consecuencias: desastre poblacional que se extendería a todos los ámbitos de la vida de nuestro país. En primer lugar, es cada vez más difícil garantizar las pensiones de nuestros mayores. Hoy apenas hay dos trabajadores en activo por cada pensionista, y el futuro no es optimista. En segundo lugar, habrá que desarrollar todo un sistema de asistencia a la tercera edad, ya que el actual es muy escaso y carga casi todo el esfuerzo sobre las familias. Este sistema será caro. En tercer lugar la demanda interna del país, el consumo, disminuirá, ya que la capacidad adquisitiva de nuestros pensionistas es, por desgracia, muy inferior a la de los trabajadores en activo. En cuarto lugar la sociedad española se anquilosará, ya que las personas mayores suelen se más conservadoras y tener menos iniciativa. En quinto lugar, el envejecimiento de la sociedad española dará lugar a fenómenos tan raros hoy en día como la escasez de mano de obra y el aumento de los salarios por encima de la productividad. En sexto lugar la disminución de trabajadores en activo, junto con las bajas pensiones de jubilación, provocarán un enorme agujero en la recaudación de la Hacienda Pública que no podrá ser remediado. En resumen, España se convertirá en un país de viejos, en un país viejo.

Otros países se han visto ya ante este problema, como Suecia, Francia o Alemania. Han empezado por donde hay que hacerlo: apoyar la natalidad de verdad. También habrá que tomar medidas dolorosas, como retrasar la edad de jubilación ante el aumento de la esperanza de vida. Y no estaría de más mejorar la red asistencial a la tercera edad, dentro de la atención a la dependencia, que produce además un gran beneficio económico y social para todo el país. Si hay más niños, el que haya más ancianos puede ser hasta ventajoso. Si no los hay, tampoco habrá futuro para la que será, con todas las de la ley la ?vieja España?.

comentarios

1

Mariluz | 29-04-2017 23:54

Yo soy del babyboom ese. Y me da la impresión de que lo tenemos crudo

2

Josean | 29-04-2017 19:24

Miedo me da cuando me toque a mi jubilarme

3

Leo | 28-04-2017 21:06

Me parece que España va acabar siendo un geriátrico enorme

4

Alba | 27-04-2017 23:37

Entre lo que contais y algunos cometarios, anda que no aprendemos!

5

Víctor Manuel Martínez Lucas | 27-04-2017 19:57

Como demógrafo, me gustaría realizar una serie de puntualizaciones: En general, el texto está bien escrito, pero se cae en generalizaciones que conviene puntualizar: Este descenso de la fecundidad sucede en España y en el resto de países desarrollados, y está en el contexto de la denominada Segunda Transición Demográfica. Es una teoría evolutiva de la población formulada por Lesthaeghe y Van Kaa en 1986, realizada a raíz del comportamiento demográfico de los países económicamente desarrollados. Grosso modo, la Segunda Transición Demográfica nos dice que existe una erosión del sistema social tradicional, por cuanto conlleva un sustancial cambio de valores, cultural... en definitiva trasmite que cuando las personas ven cubiertas sus necesidades básicas, existe un cambio en su comportamiento hacia una valoración de la libertad individual, relaciones abiertas, flexibles? la búsqueda, en definitiva de la realización personal y profesional. Esto también se puede discutir, pero dice cosas muy ciertas y palpables de lo que sucede en nuestras sociedades. Y esto atañe al asunto de tener o no hijos. Visto este contexto, hay que poner en tela de juicio la afirmación de que "las familias en realidad querrían tener hijos". Eso es parcialmente verdad. De hecho, cada vez hoy más parejas optan, por voluntad propia, por no tener hijos. Es la denominada "infecundidad voluntaria". ¿Causa de ello? Pues que el concepto de tener hijos ha cambiado. Antes tener un hijo suponía la máxima realización personal de la mujer y de la pareja (además de ser fuente de ingresos a la familia, porque trabajaban desde pequeños o jóvenes), hoy no es del todo así, y cada vez menos. Se busca la libertad, lograr la satisfacción personal y disponer tiempo para disfrutar con la pareja, al hilo de la II Transición Demográfica. Un dato para ilustrar esto: se estima que más de un 20% de las mujeres nacidas en 1975 no va tener ningún hijo. Por ende, algunas de las razones que explican la baja fecundidad española son, el papel de los hombres en la crianza de los hijos, la formación de parejas estables, la infecundidad, o el deseo personal de no tener hijos. El fenómeno que ahora mismo se está estudiando bastante, el "childlessness". Una cosa a tener en cuenta y que no se tiene, dicha anteriormente: el rol del hombre en la pareja. Un reciente estudio sueco (de carácter científico, no en una revista cualquiera, se llama por si lo queréis consultar "The gender revolution: A framework for understanding changing family and demographic behavior", publicado en la prestigiosa revista Population and Development Review, en 2015), ha demostrado que si los hombres son corresponsables de todos los quehaceres que acarrea el hogar, dicho en otras palabras, se "ponen el delantal", la pareja tiene más hijos, y la población se casa más (contradiciendo la teoría de la II transición demográfica). ¿Por qué es esto? Muy sencillo: la mujer tiene el total respaldo de su marido para cuidar de los hijos, que es el papel tradicionalmente asociado a la mujer, el de cuidadora, porque participa en la responsabilidad de las tareas del hogar cuando esté trabajando o en otros menesteres, y no que tenga que estar delegando, aunque sea a ratos, en familiares. Se da entonces un contexto estable en la relación por el que se decide tener más hijos de los inicialmente esperados. El papel de la pareja es muy importante en la decisión de tener más o menos hijos, o no tener... A ello se suma el respaldo respaldo institucional de las políticas públicas que existen en los países escandinavos o EEUU, como bien se ha citado en el texto, y la conciliación laboral que es muy relevante. Otro factor que hay que considerar es la creciente inestabilidad de las relaciones humanas, concretadas en la pareja, de tal forma que que hace que la formación de la pareja estable, aquella en la que existen planteamientos de formar familia, suele ser hoy bastante tardía. Esto puede llevar a una infecundidad voluntaria o a una infecundidad involuntaria, es decir, que cuando la mujer quiera tener hijos, se haya pasado de su edad óptima (más de 30 años) y en vez de tener 2 hijos tenga 1, o ninguno. No quiero que esto sea largo, pero se presta mucho a la conversación. Pero no quiero terminar sin hablar de un tema muy en boga: el tema del envejecimiento en el sistema de pensiones. Es cierto que el aumento del envejecimiento de la población, lógico en cualquier país desarrollado donde la población vive más (de hecho está aumentandomucho más el sobreenvejecimiento -la gente que llega a los 85 años-), o mejor dicho el aumento del peso de la población mayor respecto a la total, que no se ve compensado por el aumento de la población a edades jóvenes (no existe ahora en España, ni se prevé, un incremento del flujo inmigratorio, ni un boom de la fecundidad como he explicado anteriormente), lastra la sostenibilidad del sistema de pensiones tal y como lo concebimos ahora, es decir, que las personas ocupadas, con su trabajo, pagan las pensiones de las personas mayores. Pero tampoco es menos cierto, y este es un tema del que no se sabe mucho o no se quiere saber en los mass media, que apenas se ha visto la incidencia de la calidad del trabajo de los jóvenes y adultos en el desequilibrio del sistema. Así, el elevado nivel de desempleo al que se une la precariedad del empleo (escaso sueldo, trabajos temporales, parciales, algunos realizados "en negro", sin cotizar) hace que los trabajadores coticen menos (o no coticen) a la Seguridad Social, por lo que lógicamente los ingresos de las arcas públicas disminuyen. Es decir, cada vez hay más personas que necesitan un subsidio, pero cada vez hay menos personas que aportan financiación para pagar ese subsidio, porque cada vez hay menos personas trabajadoras y las que hay son de menor calidad. Hay un número especial de mi centro de trabajo (el Centre d'Estudis Demográfics, la escuela de demógrafos de España) sobre este asunto que conviene leerlo. Os dejo el link: http://ced.uab.cat/PD/PerspectivesDemografiques004_ESP.pdf Y una última cosa: es cierto que existe una "nueva migración" de españoles al extranjero, jóvenes-adultos de elevada cualificación, sobre todo a los países de Alemania, Reino Unido o Francia, pero también hay que tener en cuenta, dónde el lugar de nacimiento, porque una parte no minúscula de los "españoles" que han migrado han nacido en Ecuador, América Latina o Marruecos, es decir aquellas personas extranjeras que se nacionalizaron en su momento, y cuando han visto insostenibles sus perspectivas en España, retornan a sus países de origen, y que no obedecen al perfil típico antes señalado... Así que hay que "coger siempre con pinzas" los datos estadísticos demográficos, que son muy golosos y pueden dar una visión de la realidad parcial. Espero, que mis comentarios os hayan ayudado a comprender un poco mejor el fenómeno, que es muy complejo. Saludos y muchos ánimos!

6

Inés | 27-04-2017 15:47

A las parejas de jóvenes les cuesta mucho tener hijos ya que es muy caro mantenerlo pero son un amor

7

Ismael | 27-04-2017 15:42

Gran artículo, muy interesante!!

8

Mar | 27-04-2017 15:42

Con la situación que tenemos hoy en día en cuanto a la economía, como para tener un hijo!!

9

Antonio | 27-04-2017 11:36

España,país de viejos!Desde luego, es a lo que nos lleva la sociedad en que vivimos.Yo tengo dos hijas pero entiendo que cada vez cueste más tener un hijo.

10

otto | 27-04-2017 10:47

Deberia el gobierno dar ayudas para poder tener mas niños

11

carmen | 27-04-2017 10:46

Es verdad cada vez hay mas personas mayores que jóvenes

12

Antonio | 27-04-2017 09:08

Entiendo que sin ayudas por parte del gobierno,a los matrimonios jóvenes les cueste pensar en tener un hijo ya que cada día cuesta más conciliar la vida familiar con la laboral.