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Edición del grupo Las Argonautas de IES Juan Sebastián Elcano de Cartagena

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LA PREVENCIÓN A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN.

LA PREVENCIÓN A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN.
Manoli recorre los institutos dando charlas educativas.
Reportaje

15.05.2016 - Laura Sánchez Pérez, María Lobo Vázquez.

El objetivo del PMAD es prevenir de forma educativa el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, integrándolo dentro de una estrategia global de Educación para la Salud.

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El alcohol afecta de muchas maneras, pues es una sustancia muy peligrosa y si se consume en exceso puede tener muchas consecuencias negativas, sobretodo si los bebedores son menores de edad, que, por estar en pleno desarrollo a todos los niveles, se verán afectados mucho más negativamente, tanto de manera física como psicológica y social.

El alcohol produce alteraciones en nuestro crecimiento, y tiene todo tipo de efectos secundarios, como que descienda la testosterona en los chicos y aumente en las chicas. Además, afecta a todas las actividades relacionadas con el sistema nervioso, como la vista, la función psicomotriz o el comportamiento, entre muchas otras.

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El principal problema del alcohol en los jóvenes es el descontrol en su consumo y los riesgos asociados que conlleva. Todo ello está ligado al ocio con los botellones los fines de semana, lo cual es un destrozo para el organismo, más si está en pleno desarrollo, y también nos puede llevar a conductas de riesgo, llegando incluso a poner nuestra integridad física en peligro: coma etílico, conducción temeraria, peleas y violencia, relaciones sexuales de riesgo, policonsumo, etc.

 

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Por eso salió adelante El Plan Municipal de Acción sobre las drogodependencias (PMAD) que coordina la Concejalía de Servicios Sociales y Mediación Social del ayuntamiento de Cartagena, iniciado en 1992, y que se ha ido prolongando con distintos proyectos hasta el 2012, aunque se ha prorrogado hasta ahora. Actualmente se encuentra en proceso de aprobación el Plan Municipal de Adiciones y Drogodependencias para los próximos tres años.

La Oficina Técnica del PMAD es la encargada de impulsar y gestionar el plan. Está articulado sobre dos programas municipales de actuación (Prevención de drogodependencias y Atención a personas con problemas drogodependencias), y cuenta con el siguiente equipo: una Coordinadora Técnica, un Técnico de Prevención en Drogodependencias, una Técnico Auxiliar en Prevención de Drogodependencias y una educadora, donde se potencia al máximo el esfuerzo entre las instituciones públicas y la iniciativa social.

Nos reunimos con Manoli De La Cruz Fernández, técnica auxiliar en Prevención de drogodependencias, que nos explicó todo el trabajo que lleva a cabo el programa.

El objetivo final es prevenir de forma educativa el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas, integrándolo dentro de una estrategia global de Educación para la Salud, y aunque se trabaja fundamentalmente con estudiantes de Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria, también trabajan con alumnos de todas las edades y cursos.

Los trabajos fundamentales que se realizan son el apoyo para desarrollo de Proyectos, asesoramiento y orientación al profesorado y la oferta de materiales didácticos sobre Educación para la Salud y Prevención del consumo de alcohol. Además, se dan sesiones de tutoría sobre el abuso de consumo de tabaco a estudiantes de primer curso de la ESO, de alcohol a los de 2º de ESO y de cannabis y otras drogas a los de 3º, con la participación del departamento de Orientación y los tutores.

Para Manoli, conseguir la atención de los jóvenes no es complicado, pues al ser un tema con muchos mitos surgen dudas y curiosidades. Intenta crear un espacio relajado durante las charlas, donde se puedan expresar inquietudes y expresiones, y aclarar cuestiones, todo de una forma dinámica y participativa.

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Lo más frustante de su trabajo es la baja percepción del riesgo del alcohol que tenemos en la sociedad española y que mucho de ello es debido a las pocas campañas de sensibilización y falta de leyes reguladoras, que no deben confundirse con el prohibicionismo, se trataría, más bien, de aumentar el control y las limitaciones a la venta y consumo de alcohol, además del estricto cumplimiento de las leyes que ya hay (poca gente sabe que en Cartagena tenemos una ordenanza municipal reguladora de la venta, suministro y consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública). Por otro lado lo más gratificante de su trabajo es trabajar con gente joven, algo muy enriquecedor ya que se aprende mucho de ellos, a través de sus opiniones, inquietudes, en definitiva su forma de ver la vida. También es muy satisfactorio sentir que las charlas han sido del agrado de los estudiantes, ya que, además del orgullo personal, reconforta ver que hay determinados temas por los que sí están interesados  y se preocupan, a pesar de que los adultos a veces pensemos lo contrario.

 En opinión de Manoli, España es un país donde el alcohol está fuertemente arraigado en la cultura y tradiciones. Solo tenemos que pensar en acontecimientos sociales a los que acudimos normalmente todos, como: bodas, bautizos, cumpleaños y otras celebraciones. Este tipo de situaciones favorecen el consumo excesivo de alcohol. El alcohol es la droga más consumida en España, tanto por adultos como por jóvenes. El consumo moderado de alcohol por parte de personas adultas no tiene por qué causar en principio ningún problema.

Por la educación sin duda, pasa la solución del problema, apoyada por algunas medidas legales y alternativas de ocio para los jóvenes. Si educamos en la responsabilidad, en la tolerancia al fracaso y en general en todas las competencias y habilidades sociales, tendremos personas más independientes, más autónomas y capaces de tomar decisiones inteligentes en todos los ámbitos de su vida, incluido el consumo abusivo de alcohol. Y en esta educación hemos de ser partícipes todos, la familia como pilar fundamental, pero también los educadores y la sociedad en general.

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Para Manoli, son insuficientes las medidas que se van adoptando. Primero, habría que hacer cumplir las leyes y normativas sobre el alcohol que hay vigentes actualmente. Y segundo, se echa de menos una Ley de alcohol, parecida a la que existe sobre el tabaco (Ley de Medidas Sanitarias frente al Tabaquismo del 2011).

Lo que nos recomienda Manoli es que, si el consumo cero de alcohol hasta que nuestro organismo está desarrollado (la mejor opción) es un propósito inalcanzable, pongamos en práctica diversas estrategias de control, como: controlar el número de copas que cada uno decide beber y marcarse un límite; beber a pequeños sorbos haciendo durar más las bebidas alcohólicas, alternándolas con bebidas más saludables; beber solamente después de haber comido; no mezclar alcohol con otras drogas o con medicación, etc.

En definitiva, iniciativas como el PMAD se hacen imprescindibles hoy en día, ya que la formación es el motor de todo cambio y debemos ser los jóvenes los que empecemos a valorar lo perjudicial de ciertos hábitos de nuestra sociedad.

La prevención empieza en la educación.