Llevo la misma rutina continuamente de lunes a viernes, bien temprano tengo que sonar y tras recibir una orden exterior de que pare, la repito al cabo de 5 minutos¸ es un poco cansado pero forma parte de mi rutina. Lo primero que tengo que mostrar después de esta aplicación denominada alarma, es otra conocida como whatsapp, una aplicación indispensable, al parecer, en mi vida, ya que tiene el honor de abrir, cerrar y ocupar gran parte del día en uso.

Seguidamente, voy iniciando una serie de aplicaciones que conectan con redes sociales y el usuario va sincronizando a diario. Posteriormente, tengo el único descanso del día de unas 6 horas aproximadamente, en el que estando a bajo rendimiento sin conexiones a internet de ningún tipo y recibiendo llamadas no contestadas por nadie, sólo consumo un 7 por ciento de mi energía total.

Al fin de esta "siesta", empieza mi verdadero trabajo, unas aproximadamente 9 ó 10 horas de explotación masiva de mi rendimiento, en el cual tengo que dar el máximo aunque con la acumulación de aplicaciones iniciadas simultáneamente hay ocasiones en las que me saturo, desisto y tengo que volver a empezar a iniciarlas todas. Dependiendo del momento del día, soy usado como calculadora, medio de comunicación, cámara, organizador de tareas, diccionario, traductor, etc. Los momentos de mayor aglomeración, son en los que la mayoría de redes sociales están iniciadas simultáneamente añadiendo a éstas otras aplicaciones de mensajería instantánea. En mi emisión, tengo un trabajo responsable, no sólo tengo que avisar de la recepción de algún tipo de mensaje, sino que tengo que emitir un sonido diferente dependiendo de la procedencia del mismo ya que esto modifica la reacción del receptor.

Al final de la tarde, la carencia de energía poseída influye mucho en mi uso, pues para aguantar hasta el final del día y ser conectado a mi toma de energía, se debe disminuir mi uso y el número de aplicaciones conectadas a la vez.

En las últimas horas antes del agotamiento total de mi energía, sólo recibo mensajes de algunos chat poseedores de redes sociales  y servicios de mensajería instantánea. Últimamente, he incrementado el uso de una aplicación conocida como "team viewer" desde la cual puedo controlar un ordenador desde cualquier punto pero con una conexión a internet. Una vez que he sido agotado por completo y no contengo energía para encenderme, me conectan a la red eléctrica junto a la cual tengo una larga noche por delante para recomponerme y estar preparado para afrontar un nuevo día de trabajo.